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La inflación en el Reino Unido se desaceleró menos de lo esperado en marzo, avivando el debate sobre cuándo el Banco de Inglaterra comenzará a recortar las tasas de interés.
Los precios al consumidor aumentaron a una tasa anual del 3,2 por ciento, por debajo del 3,4 por ciento en febrero, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales el miércoles. La cifra fue superior al pronóstico del 3,1 por ciento de los economistas encuestados por Reuters y el Banco de Inglaterra.
La inflación subyacente, que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, descendió al 4,2 por ciento en marzo desde el 4,5 por ciento del mes anterior. Los analistas esperaban un descenso al 4,1 por ciento.
La inflación de servicios, que se monitorea de cerca como indicador de presión de precios domésticos, se redujo ligeramente del 6,1 por ciento al 6 por ciento.
Los datos del Reino Unido siguen a cifras de inflación más altas de lo esperado en los Estados Unidos, lo que llevó a los mercados a reducir apuestas sobre cuánto recortarán las tasas de interés los bancos centrales este año. En marzo, la inflación en el Reino Unido cayó por debajo de la de los Estados Unidos por primera vez desde principios de 2022, pero permaneció por encima de la cifra de la eurozona del 2,4 por ciento.
El Partido Conservador se ha comprometido a aliviar las presiones de precios y está detrás del Partido Laborista por unos 20 puntos en las encuestas de opinión antes de las elecciones generales que se esperan para más tarde este año.
El economista jefe de la ONS, Grant Fitzner, dijo: “La inflación se redujo ligeramente en marzo a su tasa anual más baja en dos años y medio. Una vez más, los precios de los alimentos fueron la principal razón de la caída, con precios que subieron menos que lo que vimos hace un año. Al igual que el mes pasado, vimos un parcial compensación de los precios del combustible en aumento.”