Nota de la editora: El miércoles, Apple perdió una apelación ante la Comisión de Comercio Internacional para retrasar la importación y la prohibición de ventas del Apple Watch Series 9 y Ultra 2. En su presentación, la CIT dijo: “Por las razones discutidas en la Opinión de la Comisión emitida de manera concurrente con esta, la Comisión ha determinado denegar la moción de Apple de suspender las órdenes remedias pendientes de apelación y/o ante un posible cierre del gobierno.” La prohibición seguirá según lo ordenado el 21 de diciembre a menos que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vete el fallo de la CIT. El artículo a continuación fue publicado originalmente el 19 de diciembre.
En un desarrollo impactante, surgió a principios de esta semana que los dos modelos más nuevos del Apple Watch, el Series 9 y Ultra 2, se eliminarán de la venta a partir del 21 de diciembre como resultado de una disputa de patentes. Desde entonces, hemos sabido que Apple está trabajando en una actualización de software urgente que cree puede resolver la situación… aunque el oponente legal de la empresa piensa lo contrario.
Tras conocerse la prohibición, Bloomberg informó sobre la “misión de rescate” de Apple para permitir que las ventas de los dispositivos portátiles continúen. Dado que la prohibición de importación de la Comisión de Comercio Internacional se centra en una patente para la medición de oxígeno en la sangre, los ingenieros de Cupertino están “corriendo para realizar cambios” en los algoritmos relevantes. “Están ajustando cómo la tecnología determina la saturación de oxígeno y presenta los datos a los clientes”, escribe Bloomberg, citando fuentes familiarizadas con el trabajo. Apple misma ha emitido una declaración poco común, con una portavoz diciéndole a Bloomberg que “está trabajando en presentar una solución alternativa a la agencia de aduanas de EE. UU., que se encarga de aprobar cambios para que un producto vuelva al mercado.”
Sin embargo, no sabemos qué significa eso para el sensor que se estrenó en el Apple Watch Series 6. Apple utiliza el sensor para “medir el porcentaje de oxígeno que transportan sus glóbulos rojos desde sus pulmones al resto del cuerpo”. Según estudios, el sensor es tan confiable como un dispositivo de grado médico. Cualquier cambio en el algoritmo podría reducir esa precisión o cambiar la funcionalidad del sensor. Es poco probable que Apple desactive por completo el sensor, pero esa también es una posibilidad.
Si la situación puede resolverse mediante una actualización de software, el proceso será relativamente sencillo. Las pruebas internas de software de Apple toman un tiempo y habrá obstáculos regulatorios que superar, pero todo esto es mucho más rápido que actualizar el hardware. Sin embargo, Masimo, la compañía que argumenta que Apple infringió sus patentes, cree que una actualización de software no será suficiente. “El hardware necesita cambiar”, dijo en un comunicado. Después de todo, las patentes se refieren en gran medida a elementos de hardware, los instrumentos emisores y detectores de luz utilizados para medir los niveles de oxígeno en la sangre.
Por supuesto, Apple tiene una opción que parece más rápida y más fácil que cambiar el software o el hardware: podría admitir la derrota y llegar a un acuerdo, pero así no es como opera Apple. Anteriormente, Apple mantuvo reuniones con Masimo sobre el uso de la tecnología de la empresa, pero las conversaciones se rompieron, según documentos judiciales. Apple también contrató a ingenieros de Masimo lejos de la compañía.
Técnicamente, la prohibición no impide que Apple venda los dispositivos, simplemente les impide importarlos a los Estados Unidos. Pero en la práctica, el efecto es el mismo, porque la compañía depende de proveedores en el extranjero para fabricar sus productos antes de enviarlos a sus tiendas. La prohibición entra en efecto a partir del 25 de diciembre, pero Apple planea detener las ventas de manera escalonada unos días antes.