Centenares de miles de pasajeros en Alemania enfrentaron una pesadilla de viaje el jueves, ya que trabajadores de ferrocarriles y aeropuertos realizaron nuevas huelgas para respaldar demandas de salarios más altos.
La principal economía de Europa ha estado plagada de conflictos laborales durante meses, ya que trabajadores y gerencia en numerosos sectores luchan por condiciones en medio de una alta inflación y una débil actividad empresarial.
Las paralizaciones laborales han afectado al transporte, supermercados y la función pública, entre otras áreas de la vida pública.
Por quinta vez desde noviembre de 2023, los trabajadores ferroviarios dejaron sus herramientas, iniciando una huelga de 35 horas en los servicios de carga a las 1700 GMT del miércoles y en los servicios de pasajeros a las 0100 GMT del jueves por la mañana.
La duración de la huelga tiene la intención de subrayar una demanda clave del sindicato de maquinistas de trenes GDL para reducir la semana laboral de 38 a 35 horas.
Reinhard Ligocki, quien finalmente llegó a la principal estación de Berlín en un tren desde el Valle del Ruhr, dijo que los alemanes promedio seguían quedando atrapados en medio de un conflicto cada vez más amargo.
“Los negociadores de ambos lados no deberían desquitar su disputa de larga data en los pasajeros”, dijo.
– ‘Ya no es confiable’ –
Los empleados ferroviarios han estado realizando huelgas repetidas para exigir un aumento de sueldo que ayude a los miembros a afrontar el mayor costo de vida debido a la inflación.
Una huelga de maquinistas en enero causó interrupciones en los viajes para miles de pasajeros durante varios días.
Esa huelga más limitada fue el comienzo de una “ola de huelgas”, dijo esta semana el jefe de GDL, Claus Weselsky.
Se anunciarán futuras acciones “cuando creamos que es el momento adecuado” y no con 48 horas de anticipación, como ha sido el caso en el pasado, dijo Weselsky.
“El ferrocarril ya no es un medio de transporte confiable”, advirtió, indicando que las huelgas podrían continuar.
La operadora ferroviaria Deutsche Bahn condenó la huelga, diciendo que ha hecho concesiones que suman a un aumento salarial del 13 por ciento.
El portavoz de la compañía, Achim Stauss, dijo a la emisora pública ZDF que solo alrededor del 20 por ciento de los trenes de larga distancia estaban operando, con “grandes diferencias entre regiones”.
La postura firme de Weselsky ha sido objeto de críticas, con el ministro de Transporte, Volker Wissing, diciendo que está perdiendo la paciencia con la acción industrial.
“Quienes ejercen su derecho a la huelga también deben asumir responsabilidad y eso significa negociar de manera constructiva”, dijo a la televisión pública ARD.
– Impacto ‘dañino’ –
Mientras tanto, el personal de tierra de Lufthansa realizó una huelga nacional a partir de las 0300 GMT del jueves, que duraría hasta las 0610 GMT del sábado. La compañía dijo que solo pudo mantener alrededor del “10 al 20 por ciento del programa de vuelos”.
Frankfurt, el mayor centro de aviación de Alemania, experimentaría “grandes interrupciones y cancelaciones de vuelos durante todo el día”, dijo el aeropuerto en un comunicado, agregando que estaría cerrado para todos los pasajeros salientes.
Una huelga no anunciada del personal de seguridad en el aeropuerto de Düsseldorf desencadenó un caos adicional, con pasajeros atrapados en enormes colas y una avalancha de vuelos cancelados.
Se espera que la huelga de Lufthansa cause más problemas para los servicios de la aerolínea en otros aeropuertos.