Más de 60 migrantes se ahogaron en un naufragio frente a Libia, informó una agencia internacional para migrantes el sábado, otro capítulo en el incesante costo en el Mar Mediterráneo mientras las personas en África huyen del hambre, el conflicto y otros trastornos hacia costas lejanas.
La Organización Internacional para las Migraciones en Libia dijo en una publicación en la plataforma social X que mujeres y niños se encontraban entre los 61 migrantes que fallecieron. El gobierno libio no comentó de inmediato sobre el informe de la agencia.
El barco había zarpado de la ciudad libia de Zwara con alrededor de 86 personas, dijo la agencia, citando a sobrevivientes del naufragio. No estaba claro cuándo comenzó su viaje. La O.I.M. dijo que “el Mediterráneo central sigue siendo una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo”.
A principios de este año, al menos 73 migrantes murieron en otro desastre en la costa libia. Ese episodio involucró a un barco con al menos 80 personas que se cree partió de Qasr Alkayar, Libia, el 14 de febrero, con rumbo a Europa, dijo la O.I.M. en ese momento. Siete personas sobrevivieron y se recuperaron 11 cuerpos, dijo.
Más de 28,000 africanos han muerto o desaparecido en el Mediterráneo desde 2014, según datos de la O.I.M. Muchos se embarcan hacia el norte hacia países como Italia y Grecia, en uno de los desafíos más significativos de Europa.
En junio, al menos 79 personas se ahogaron en el Mediterráneo después de que un barco grande con migrantes se hundiera, informaron las autoridades griegas, en el episodio más mortífero de este tipo frente a la costa del país desde la altura de la crisis migratoria de 2015. Más de 100 personas fueron rescatadas.
Y en febrero, un barco de madera con 130 a 180 migrantes se rompió contra las rocas cerca de una ciudad playera en el sur de Italia, ahogando al menos 59 personas, incluido un recién nacido y otros niños, dijeron las autoridades.
Los líderes europeos han implementado una serie de políticas para manejar el flujo, con la primera ministra Giorgia Meloni de Italia anunciando en noviembre que su gobierno había alcanzado un acuerdo con Albania, una nación no perteneciente a la Unión Europea al otro lado del Mar Adriático, para subcontratar el procesamiento y contención de migrantes. Pero los políticos italianos sorprendidos por el anuncio de la Sra. Meloni cuestionaron si el acuerdo era legal, ético, práctico o incluso real.
Grecia ha adoptado una postura firme con los migrantes. Su poder judicial ha reprimido a organizaciones no gubernamentales que trabajan con migrantes, y el gobierno del primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha sido acusado de devolver ilegalmente a los solicitantes de asilo en el mar.