El nuevo primer ministro de Francia promete defender a los agricultores y restaurar la autoridad en las escuelas.

PARÍS (AP) – El nuevo primer ministro de Francia, Gabriel Attal, prometió el martes impulsar el empleo, restaurar la autoridad en las escuelas del país y apoyar a los trabajadores, incluidos los agricultores que han estado protestando durante días por la disminución de sus ingresos.

Tres semanas después de ser nombrado por el presidente Emmanuel Macron como el primer ministro más joven y abiertamente gay de Francia, Attal buscó abordar las principales preocupaciones de la gente en un animado discurso político ante los legisladores franceses lleno de anuncios y promesas. El discurso recibió aplausos de sus seguidores y abucheos ruidosos de los escaños de la oposición.

“Mi prioridad es impulsar el empleo”, dijo a la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés. Attal prometió tomar medidas para que “el trabajo pague más” que “la inactividad”.

“Es un absurdo que la tasa de desempleo se mantenga en alrededor del 7% en un momento en que tantos sectores buscan contratar en todo el país”, dijo.

Attal, de 34 años, dijo que su gobierno tomará medidas para alentar a los empleadores a pagar mejor a los trabajadores que ganan el salario mínimo. Prometió recortes de impuestos para los hogares de clase media.

También anunció que las personas desempleadas que reciben un “ingreso de solidaridad” patrocinado por el estado estarán obligadas a dedicar 15 horas por semana a “actividades” como capacitación laboral o una pasantía, a partir del próximo año.

“Nadie pide el derecho a la pereza en nuestro país”, dijo.

Attal expresó su apoyo a los agricultores enojados, prometiendo ayuda financiera de emergencia y controles sobre los alimentos importados, con la esperanza de que las medidas calmen un movimiento de protesta que ha visto tractores bloquear carreteras en toda Francia e inspirar acciones similares en toda Europa.

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El primer ministro, quien antes fue ministro de Educación, hizo hincapié en detallar medidas para restaurar la autoridad en las escuelas.

Confirmó un plan para experimentar con uniformes en algunas escuelas públicas como parte de los esfuerzos para alejar el enfoque de la ropa y reducir el acoso escolar, y prometió disminuir el tiempo que los niños pasan en las pantallas.

También anunció la creación de una nueva “sentencia de servicio comunitario” para menores de 16 años que necesiten ser sancionados. “Necesitamos volver a un principio claro: rompes, arreglas. Ensucias, limpias. Desafías la autoridad, aprendes a respetarla”, dijo.

Otra medida para los niños que desobedecen las reglas es ofrecer a los padres la posibilidad de enviarlos a un internado, con apoyo financiero estatal y otros, dijo.

Attal prometió “desburocratizar Francia”, o disminuir el volumen de trámites, para responder a las críticas de los agricultores, empleadores y funcionarios locales sobre la burocracia excesiva.

Para apoyar el sistema de salud del país, dijo que designará un enviado especial para “buscar en el extranjero médicos dispuestos a venir a Francia”. También dijo que su gobierno encontrará un sistema para hacer que los pacientes paguen si tienen una cita médica y no la cumplen, una medida muy esperada por los médicos.

Pidiendo que el estado sea “ejemplar”, pidió a su administración que experimente con una semana laboral de cuatro días, en la que los empleados que quieran llegar antes por la mañana y salir más tarde por la noche puedan obtener un día adicional libre cada semana, mientras trabajan la misma cantidad de tiempo que los demás.

También pidió que las horas laborales de los trabajadores de limpieza en las oficinas de la administración se programaran durante el día, no de noche.

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“Ser francés en 2024 es vivir en un país” que lucha por “estabilidad, justicia y paz”, concluyó.

“Ser francés en 2024 significa poder ser primer ministro siendo abiertamente gay” en un país que, hace 10 años, estaba dividido por el matrimonio entre personas del mismo sexo, agregó Attal en referencia a meses de protestas en todo el país y un debate doloroso antes de que se adoptara la ley. “Lo veo como una muestra de que nuestro país está avanzando”.