Lo que el ejército israelí está llamando una “operación limitada” en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, ya ha tenido consecuencias devastadoras en los últimos dos días para trabajadores y pacientes médicos en toda la enclave, dicen médicos y grupos humanitarios.
Las órdenes del ejército israelí instando a aproximadamente 110.000 personas a abandonar Rafah este el lunes sembraron el miedo en el Hospital de Abu Yousef al-Najjar, que se encuentra dentro de la zona donde Israel dijo que actuaría con “extrema fuerza”, dijo en una entrevista telefónica el martes el Dr. Marwan al-Hams, director del hospital.
Temiendo una redada de las fuerzas israelíes, como las que se han llevado a cabo en hospitales de toda Gaza, el personal médico en el-Najjar se apresuró a trasladar a más de 200 pacientes. Algunos pacientes se fueron en coches asegurados por sus familiares, mientras que los heridos graves fueron trasladados en ambulancia a otros hospitales del sur de Gaza, incluyendo el Hospital Europeo en Khan Younis y el hospital de campaña del Cuerpo Médico Internacional en Rafah.
Pero incluso durante la carrera para evacuar el hospital, los ataques aéreos israelíes continuaron en Rafah. Los cuerpos de 58 personas muertas en ataques israelíes llegaron al hospital desde el domingo, dijo el Dr. al-Hams, agregando que el personal del hospital tuvo que pedir a las familias de las víctimas que enterraran los cuerpos ellos mismos.
“La situación no es peligrosa; la situación es catastrófica, catastrófica, catastrófica”, dijo.
Las acciones del ejército israelí también limitaron de inmediato el acceso a servicios de salud más básicos en toda Rafah. Project HOPE, un grupo de ayuda con sede en Estados Unidos que opera varias clínicas en toda Gaza, se vio obligado a cerrar una unidad médica móvil dentro de la zona desde la cual Israel le ha ordenado a la gente que se vaya. Había estado brindado atención primaria en la parte oriental de Rafah y tratando infecciones respiratorias superiores y enfermedades gastrointestinales que se habían propagado entre los palestinos desplazados hacinados en refugios con poco acceso a agua limpia y instalaciones de saneamiento.
El grupo de ayuda también tuvo que cerrar otra clínica médica en otro lugar de Rafah, fuera de la zona de evacuación, temprano el lunes porque seis de sus trabajadores médicos, incluyendo un médico general, una ginecóloga y enfermeras, vivían dentro o inmediatamente adyacente a donde el ejército israelí dijo que comenzaría sus operaciones, dijo Chessa Latifi, subdirectora de preparación para emergencias de Project HOPE.
Muchos de los trabajadores médicos ya habían sido desplazados de sus hogares en Khan Younis y la Ciudad de Gaza y se vieron obligados a huir nuevamente con sus familias, incluidos docenas de niños, esta vez, junto a los pacientes a quienes habían estado tratando en el este de Rafah.
Al menos dos delegaciones de médicos que intentaban ingresar a Gaza el lunes para apoyar a los hospitales en dificultades en la parte norte de la enclave se vieron obligadas a regresar a medida que empeoraba la situación de seguridad, incluso antes de que el ejército israelí tomara el control del cruce de Rafah el martes.