(Bloomberg) — La principal oposición de Sudáfrica, la Alianza Democrática, podría considerar entrar en una coalición con el gobernante Congreso Nacional Africano para evitar que el país sea gobernado por partidos más de izquierda después de las elecciones de este año.
Un “escenario apocalíptico” en el que el ANC se una con los Combatientes por la Libertad Económica o el Partido uMkhonto weSizwe respaldado por Jacob Zuma, o MKP, podría obligar a la más centrista DA a cambiar su estrategia de rehusar dialogar con el ANC, dijo el líder de la DA, John Steenhuisen, en una entrevista el jueves.
Las encuestas de opinión sugieren que el ANC perderá su mayoría nacional general por primera vez desde que llegó al poder hace tres décadas en la votación del 29 de mayo. Un resultado en el que ningún partido obtenga más del 50% de los votos podría obligar al ANC a buscar socios de coalición como el EFF y el MKP, un escenario que sería “catastrófico”, dijo Steenhuisen.
“Creo que habrá una gran salida de capital del país”, dijo en las oficinas de Bloomberg en Johannesburgo. “Creo que habrá desinversión, y creo que cualquier potencial inversor buscará otra economía de mercado emergente en la que invertir.”
Steenhuisen, de 48 años, lideró la formación de un bloque de 11 partidos de oposición que tiene como objetivo formar un gobierno de coalición después de las elecciones. Los miembros del llamado Charter de Partidos Múltiples han descartado trabajar con el ANC o el populista EFF, actualmente el tercer grupo más grande, y las encuestas muestran que lucharán colectivamente por obtener incluso el 40% de apoyo.
Si el Charter de Partidos Múltiples no puede asegurar una mayoría, “tendríamos que regresar y ver qué hacer a continuación”, dijo. El MPC es un “pacto pre-electoral” en lugar de un acuerdo de coalición, dijo Steenhuisen, y como no es legalmente vinculante, los partidos podrían teóricamente abandonarlo.
“En un entorno donde se quiere mantener al EFF y al MK fuera del gobierno con el ANC, podrías terminar teniendo que tomar la opción menos mala”, dijo Steenhuisen, aunque habría criterios estrictos.
La DA descartaría una coalición con el ANC si el partido ya no está liderado por el presidente Cyril Ramaphosa, un escenario que Steenhuisen dijo que podría salir a la luz si el partido tiene un mal resultado electoral.
El plan del ANC de establecer un seguro de salud estatal, un intento de enmendar la constitución para permitir explícitamente la expropiación de tierras sin compensación, y la corrupción tendrían que desaparecer para que el partido se siente a negociar con el ANC, dijo.
Estas elecciones serán las primeras de la DA con Steenhuisen como líder, después de la destitución del primer líder negro del partido, Mmusi Maimane, en 2019. Varios líderes negros senior han abandonado el partido desde entonces.
Aunque las municipalidades que controla son consideradas como unas de las administraciones mejor gestionadas del país, su liderazgo superior es predominantemente blanco y ha tenido dificultades para aumentar el apoyo entre la mayoría negra.
Al preguntársele si los sudafricanos estarían renuentes a votar por un partido en el que la mayoría de los parlamentarios son blancos, Steenhuisen dijo que los ciudadanos quieren políticos que puedan abordar la falta de entrega de servicios básicos y sacar a la gente de la pobreza.
“La gente en estas elecciones no está buscando el color del gato, están viendo quién va a atrapar al ratón”, dijo. “No es necesario ser un sudafricano negro pobre para levantarse cada mañana como yo y luchar por una vida mejor para esas personas.”
La DA fue el segundo partido más grande en las últimas elecciones en 2019, cuando obtuvo el 20.7% de los votos.
Steenhuisen dijo que las encuestas internas predecían que el partido podría obtener entre el 25% y el 30% de los votos en las próximas elecciones de mayo. Se detuvo antes de decir si ofrecería su renuncia si el partido obtuviera una menor parte de los votos que en la elección anterior.
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