Los traductores de las tropas de la ONU en Mali temen un destino al estilo talibán Traductores para tropas alemanas de la ONU en Mali temen destino al estilo talibán



Los traductores malienses en una situación de peligro

Los traductores que trabajan para los cascos azules alemanes en Malí le dijeron a la BBC que temen por sus vidas a medida que la misión de la ONU finaliza su labor en el país de África Occidental.

Los 19 intérpretes escribieron al gobierno alemán el 7 de agosto pidiendo protección, ya que los grupos yihadistas que operan en el norte de Malí consideran traidores a aquellos que trabajan con la ONU.

“Los terroristas han estado diciendo abiertamente que cualquier persona que trabaje para las fuerzas internacionales es considerada un enemigo”, dijo a la BBC un traductor al servicio del contingente militar alemán de la ONU, cuyo nombre se ha omitido por razones de seguridad.

Unas pocas semanas después de que los traductores enviaran su carta, aparecieron en línea fotos de su amigo Hachimi Dicko siendo asesinado por hombres armados del grupo Estado Islámico (IS).

El maliense de 32 años había trabajado para un subcontratista en el Campamento Castor, la base operada por soldados de la ONU en Gao, la ciudad más poblada del norte de Malí.

Todos los traductores conocían bien a Dicko. Había sido supervisor de lavandería en el campamento, trabajando para Ecolog. Según una fuente cercana a su familia, cuando fue capturado por los hombres armados de IS en junio, su contrato había finalizado y había comenzado un nuevo trabajo como mensajero de ropa.

Dice que incluso si recita el shahada, una declaración de fe musulmana, algunos lo desprecian por “tomar el dinero del infiel”.

“Ellos saben quiénes somos, nuestros rostros están ahí afuera, solo están esperando a que las fuerzas internacionales abandonen el país para atacarnos”, dice.

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Los soldados alemanes aún no se han retirado del Campamento Castor, pero deben hacerlo antes del 31 de diciembre, cuando finalice oficialmente el mandato de la misión de la ONU, a pedido del gobierno militar que tomó el poder en un golpe de estado en 2020.

Según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU, los grupos armados están aprovechando el vacío de seguridad y el IS ha casi duplicado las áreas que controla en menos de un año.

La misión de la ONU, conocida como Minusma, ha operado en Malí desde 2013. Junto con las tropas francesas, recuperaron el control de las principales ciudades, pero los yihadistas han continuado su insurgencia desde puestos en el desierto.

AIIC ha estado haciendo campaña para cambiar esta situación desde 2009.