Los panameños votan en una abarrotada campo de contendientes presidenciales Por Reuters

Los panameños se dirigirán a las urnas en las elecciones generales del domingo para elegir a uno de los ocho contendientes como el próximo presidente de la nación y votar por cientos de legisladores y funcionarios locales. Tras semanas de eventos de campaña que presentaron pegajosas canciones de reguetón y populares artistas, más de 3 millones de votantes decidirán quién está mejor ubicado para solucionar los urgentes problemas económicos de Panamá, abordar la corrupción y restaurar la reputación del país como un paraíso de inversión. José Raúl Mulino, un exministro que reemplazó al popular expresidente Ricardo Martinelli en la papeleta después de que a Martinelli se le impidiera postularse debido a una condena por lavado de dinero, lidera en las encuestas de opinión. Mulino ha prometido impulsar la prosperidad y mantener a Martinelli fuera de la cárcel. Rómulo Roux, en su segundo intento por ganar la presidencia, y el expresidente Martín Torrijos han alternado entre el segundo y tercer lugar. Closely cerrado siguieron Ricardo Lombana, quien también se postuló en la elección pasada, y el actual vicepresidente José Gabriel Carrizo. Las reglas electorales de Panamá no requieren una segunda vuelta, por lo que el resultado del domingo será definitivo. Las campañas han dicho que enviarán voluntarios a las urnas para supervisar la votación y garantizar unas elecciones justas. No se prevé que un solo partido gane el control del legislativo, donde están en juego 885 escaños. Los legisladores de diferentes partidos que respaldaron un controvertido contrato gubernamental con la minera canadiense First Quantum (NASDAQ:) han enfrentado críticas que podrían perjudicar su apoyo. Muchos panameños salieron a las calles el año pasado para protestar por el contrato de la mina Cobre Panamá, que los opositores argumentaban que carecía de garantías ambientales y estaba plagado de corrupción. El tribunal superior de Panamá declaró inconstitucional el contrato en noviembre. El próximo gobierno de Panamá tendrá que lidiar con un sistema de pensiones problemático, altos niveles de deuda pública y la pérdida de ingresos por el cierre de la mina, que representaba aproximadamente el 5% del producto interno bruto. La corrupción se ha convertido en un tema candente para los votantes. Los medios locales han informado recientemente sobre préstamos estudiantiles y becas lucrativas otorgadas a hijos de políticos y familias de alto perfil adineradas. Después de que un récord de 520,000 migrantes cruzara el peligroso bosque que conecta a Panamá y Colombia el año pasado, conocido como el Tapón del Darién, la migración también está en la mente de los votantes. Algunos candidatos han prometido abrir el paso, lo que podría aumentar los flujos migratorios, mientras que otros quieren reforzar los controles para cerrarlo completamente. La próxima administración también heredará problemas que enfrenta el Canal de Panamá, que vio caer sus ingresos después de tener que reducir los cruces de barcos debido a una prolongada sequía.

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