Desde el inicio de la guerra en Gaza, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha hablado repetidamente sobre la necesidad de derrocar a Hamas pero ha hecho poco para abordar el vacío de poder dejado por la retirada de las fuerzas israelíes.
En ninguna parte es esto más evidente que en el norte de Gaza, donde una incursión militar israelí en un importante complejo hospitalario entró en su tercer día el miércoles, ya que Israel dijo que el resurgimiento de combatientes de Hamas los obligó a regresar a un sitio que habían tomado por primera vez en noviembre.
Desde el lunes, el ejército israelí dijo que las tropas han enfrentado batallas mortales con militantes en el complejo Al-Shifa, dejando a personas desplazadas, equipos médicos y residentes cercanos atrapados en el fuego cruzado. El miércoles, el ejército dijo que había matado a docenas de militantes en la operación e interrogado o arrestado a cientos de personas. Su relato de la operación no pudo ser confirmado de manera independiente.
Los analistas militares israelíes dicen que un plan coherente para gobernar Gaza podría demorar meses o años en implementarse, y que probablemente las tropas tendrían que regresar a Al-Shifa en el ínterin. Pero los críticos de Netanyahu dicen que él ha fracasado en avanzar incluso en una propuesta inicial realista, dejando que los civiles palestinos paguen el precio más alto del desorden.
“Las vidas se han transformado en un infierno”, dijo Talal Okal, un analista político de la Ciudad de Gaza que huyó del norte de Gaza en octubre y ahora se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos.
“Netanyahu y sus socios no quieren responder a la pregunta del día después de la guerra”, dijo. “El caos completo se ha apoderado y la gente está pagando el precio. Pero ¿qué pueden hacer? Todo lo que pueden hacer es levantar las manos y rezar a Dios”.
Tras el ataque dirigido por Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre, las fuerzas israelíes lanzaron una invasión a gran escala en el norte de Gaza, matando a militantes de Hamas y causando una inmensa muerte y devastación civiles. Sus soldados irrumpieron por primera vez en el Hospital Al-Shifa en noviembre después de acusar a Hamas de utilizar el hospital con fines militares.
Esa incursión en Shifa reveló un pozo de túnel de piedra y concreto debajo del hospital. En ese momento, el Ministerio de Salud de Gaza dijo que la incursión había dejado al hospital fuera de servicio.
Los soldados se retiraron del hospital a mediados de noviembre, pero regresaron al área circundante a finales de enero y se retiraron nuevamente en febrero.