CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Dos candidatos a la alcaldía en México fueron encontrados muertos el viernes, elevando a 17 el número de contendientes asesinados en la antesala de las elecciones del 2 de junio.
Un candidato fue asesinado el viernes en el estado fronterizo norteño de Tamaulipas. Noé Ramos Ferretiz estaba postulando por una coalición del Partido de Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional, que gobernó México hasta el año 2000. Estaba buscando la reelección como alcalde de la ciudad de Ciudad Mante.
Otro candidato a la alcaldía en el estado sureño de Oaxaca fue encontrado muerto un día después de que fuera reportado como desaparecido. Alberto García estaba postulando para ser alcalde del pueblo oaxaqueño de San José Independencia.
La fiscalía del estado de Oaxaca dijo que García fue encontrado muerto, aparentemente golpeado hasta morir, en una isla en un embalse cerca del pueblo. En el pasado, bandas de narcotraficantes han sido activas en la zona.
Las elecciones nacionales del 2 de junio están tomando un curso de ser las más violentas del país.
La fiscalía de Tamaulipas dijo que Ramos Ferretiz fue atacado el viernes, pero no dio detalles más allá de decir que están investigando.
Los medios locales informaron que había sido apuñalado y publicaron fotos mostrando un cuerpo ensangrentado tendido en la acera. Tamaulipas ha sido durante mucho tiempo dividido por guerras entre cárteles de drogas. Ciudad Mante está ubicada en la parte sur del estado, relativamente lejos de ciudades fronterizas como Reynosa y Matamoros.
“No permitiremos que la violencia decida estas elecciones”, escribió en redes sociales el líder del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno, donde confirmó el “asesinato cobarde” de Ramos Ferretiz.
En Oaxaca, la junta electoral estatal condenó la muerte de García, que había desaparecido junto con su esposa — la actual alcaldesa de San José Independencia — a principios de esta semana. La esposa fue encontrada con vida.
La junta electoral calificó la muerte de García como un “asesinato”, y dijo que tales crímenes “no deberían ocurrir durante las elecciones”.
A principios de abril, la candidata a la alcaldía Bertha Gaytán fue asesinada a tiros, horas después de que solicitara protección y comenzara su campaña. Gaytán fue tiroteada fatalmente en una calle en un pueblo fuera de la ciudad de Celaya, en el estado centro-norte de Guanajuato. Acababa de lanzar su campaña para alcaldesa de Celaya.
Los cárteles de drogas de México a menudo han centrado sus intentos de asesinato en alcaldes y candidatos a la alcaldía, en un intento de controlar a la policía local o extorsionar dinero de los gobiernos municipales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció a principios de abril que los cárteles de drogas a menudo buscan determinar quién servirá como alcalde — ya sea postulando a su propio candidato o eliminando a los rivales potenciales.
“Hacen un acuerdo y dicen, ‘esta persona va a ser alcalde; no queremos que nadie más se registre para postularse’, y cualquier persona que lo haga, bueno, ya saben” qué esperar, dijo.
Los recientes asesinatos han llevado al gobierno a proporcionar guardias de seguridad para unos 250 candidatos, pero aquellos que se postulan para cargos municipales — los más amenazados — son los últimos en la lista para recibir seguridad.
La violencia contra los políticos es generalizada en México. A principios de abril, el alcalde de Churumuco, un pueblo en el estado vecino de Michoacán, fue asesinado a tiros en un restaurante de tacos en la capital del estado, Morelia.
A finales de febrero en otro pueblo en Michoacán, dos aspirantes a la alcaldía fueron asesinados a tiros con horas de diferencia uno del otro.
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