El fabricante de automóviles Daihatsu, propiedad de Toyota y conocido por sus vehículos pequeños para pasajeros, ha detenido la producción nacional en Japón después de admitir que falsificó los resultados de las pruebas de seguridad durante 30 años.
La medida llega solo unos días después de que la filial de Toyota suspendiera los envíos nacionales e internacionales debido a pruebas inadecuadas en 64 modelos. Funcionarios del ministerio de transporte realizaron una investigación más profunda y encontraron problemas que se remontaban décadas atrás.
Unos 9.000 empleados trabajan en las cuatro fábricas en todo Japón, incluida una en la sede de Osaka de Daihatsu, y se espera que el cierre dure hasta enero, según un portavoz de la compañía informó a CNN.
No se han vinculado accidentes o muertes con las pruebas falsificadas.
Daihatsu se especializa en la fabricación de automóviles y camiones pequeños populares en Japón. Durante el año fiscal 2022, se ensamblaron alrededor de 870.000 vehículos en las cuatro plantas.
“Pedimos profundas disculpas a nuestros clientes y otras partes interesadas por causar grandes inconvenientes y preocupaciones, y traicionar su confianza”, dijo Daihatsu.
El escándalo, dijo Toyota la semana pasada, “ha sacudido los cimientos mismos de la empresa como fabricante de automóviles”.
Con servicios de News Wire