El 23 de julio de 2021, la televisión estatal iraní informó de un homenaje a los “mártires” que fallecieron cuando Estados Unidos bombardeó bases militares en Siria. Una pequeña multitud se sentó en filas de sillas plegables en el principal cementerio de Teherán a principios de este mes. Los hombres en la primera fila y las mujeres en la fila trasera. Alrededor de todo el lugar, los niños correteaban y un hombre pasaba una caja de dulces. Un hombre recitaba oraciones a través de un micrófono.
Sin embargo, los 12 hombres fallecidos no eran iraníes. Según otros soldados y reportes de medios locales, eran afganos, miembros de la Brigada Fatemyoun, una fuerza en gran parte pasada por alto que data de la época de la guerra civil en Siria hace una década. Para ayudar al presidente Bashar al-Assad de Siria a repeler a las fuerzas rebeldes y a los terroristas del Estado Islámico, Irán comenzó a reclutar a miles de refugiados afganos para combatir, ofreciendo $500 al mes, educación para sus hijos y residencia iraní.
Se cree que la brigada todavía cuenta con aproximadamente 20,000 miembros, en su mayoría refugiados afganos que viven principalmente en Irán, y sirve bajo el mando de la Fuerza Quds, la rama extranjera de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Medios iraníes afiliados a los Guardianes y plataformas de redes sociales dedicadas a Fatemyoun publicaron los nombres y fotografías de los afganos fallecidos y dijeron que fueron asesinados en ataques estadounidenses en Irak y Siria. Estados Unidos lanzó los ataques en represalia por un ataque de un dron en una base militar en Jordania que mató a tres soldados estadounidenses. Estados Unidos había culpado a una milicia respaldada por Irán con sede en Irak por el ataque.
Principalmente, funcionarios iraníes negaron que alguna personal militar relacionada con Irán estuviera entre los fallecidos. Dijeron que solo habían muerto civiles. Los Guardianes no emitieron una declaración reconociendo las muertes de los afganos bajo su mando, como suelen hacer cuando las fuerzas iraníes mueren, y ningún oficial amenazó con vengar las muertes.
Sin embargo, la historia de las bajas afganas surgió en al menos cuatro ciudades de Irán, donde los cuerpos de los afganos fueron repatriados en silencio a sus familias, según fotos y videos de los medios iraníes. En los cortejos fúnebres, los ataúdes de los afganos fueron cubiertos con tela verde, pero no llevaban la bandera de ninguna nación. En las ciudades de Mashhad, Qum y Shiraz, fueron llevados a santuarios religiosos para recibir bendiciones.
Algunos dolientes llevaron la bandera amarilla de la Brigada Fatemyoun con su emblema. Funcionarios locales, clérigos y un representante de los Guardianes y miembros de la comunidad de refugiados afganos asistieron a algunos de los funerales, según fotos y videos.
Algunos hojatolislam, clérigos prominentes, denunciaron el trato que se les dio a los mártires afganos, calificándolo como una discriminación. Según iban llegando videos y testimonios de refugiados afganos, un sentimiento de injusticia y discriminación crecía entre ellos, lo que hace que muchos se cuestionen sobre el futuro de su comunidad._UNICODE_