Se espera que un alto el fuego prolongado también cree más oportunidades para que las potencias extranjeras, particularmente Estados Unidos, presionen a Israel para reducir sus objetivos militares. La respuesta israelí al ataque del 7 de octubre ha matado a más de 12,000 gazatíes, según los funcionarios de salud allí, lo que ha generado creciente alarma entre los aliados de Israel sobre la conducta de la campaña israelí.
El presidente Biden, hablando el viernes desde Nantucket, Massachusetts, dijo que “las posibilidades son reales” de que la pausa pueda abrir la puerta a un alto el fuego más prolongado.
Pero incluso si Estados Unidos presiona a Israel para dar por terminada o moderar su campaña militar, es posible que los líderes israelíes ignoren las críticas y continúen con la invasión.
Poner fin a la guerra ahora dejaría a Hamás al mando de la mayor parte de Gaza. También daría lugar a recriminaciones postguerra, incluida una investigación estatal sobre quién tuvo la culpa del ataque del 7 de octubre, que podría resultar perjudicial para Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel; el jefe de Estado Mayor, Herzi Halevi y otros jefes de seguridad.
Al proceder con una invasión, incluso si eso retrasa la liberación de rehenes y aumenta la crítica internacional a Israel, los líderes israelíes podrían retrasar esa presión por responsabilidad y potencialmente salvar algo de su reputación doméstica, especialmente si terminan echando a Hamás.
También retrasaría una difícil conversación sobre quién debería gobernar las partes de Gaza que Israel ya ha capturado, un dilema que ningún líder israelí ha abordado de manera concluyente en público.
Para los líderes israelíes, la guerra “se trata de erradicar y destruir Hamás”, dijo el Sr. Pinkas. “Entonces, cualquier cosa menos que eso no es una victoria. Si Hamás mantiene y conserva el poder político residual, entonces Hamás puede afirmar que ganaron”.
Después de que la euforia inicial por la liberación de rehenes desaparezca, es posible que el público israelí siga apoyando abrumadoramente la reanudación de la invasión, incluso si evita la liberación inmediata de más cautivos israelíes.
A medida que se liberen más rehenes, los israelíes escucharán más relatos sobre cómo fueron tratados durante su secuestro y cautiverio, relatos que podrían amplificar los llamamientos para la destrucción de Hamás, según dijo el Dr. Efron.