Solo una cuarta parte de los economistas y analistas comerciales esperan que Estados Unidos caiga en recesión este año. Y cualquier desaceleración probablemente se produciría a partir de un choque externo, como un conflicto que involucre a China, en lugar de factores económicos internos como tasas de interés más altas.
Pero los encuestados a una encuesta de la Asociación Nacional de Economía Empresarial publicada el lunes todavía esperan que la inflación interanual supere el 2.5% — por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal — hasta 2024.
Hace un año, la mayoría de los pronosticadores esperaba que la economía de EE.UU., la más grande del mundo, cayera en recesión a medida que la Fed aumentaba las tasas de interés para combatir un estallido de inflación que comenzó en 2021. La Fed aumentó su tasa de referencia 11 veces, desde marzo de 2022 hasta julio de 2023, llevándola al nivel más alto en más de dos décadas.
La inflación ha caído desde un pico del 9.1% en junio de 2022 a un 3.4% en diciembre. Pero la economía siguió creciendo inesperadamente y los empleadores continuaron contratando y resistiendo despidos a pesar de los mayores costos de los préstamos.
La combinación de inflación en picada y crecimiento resiliente ha generado esperanzas — reflejadas en la encuesta de la NABE — de que la Fed pueda lograr un llamado aterrizaje suave: derrotar la inflación sin el dolor de una recesión.
“Los panelistas son más optimistas sobre las perspectivas de la economía interna”, dijo Sam Khater, economista jefe del gigante hipotecario Freddie Mac y presidente del comité de encuestas de política económica de la asociación.
La Fed ha dejado de aumentar las tasas y ha señalado que espera reducirlas tres veces este año.
Pero un número creciente de pronosticadores comerciales se preocupa de que la Fed mantenga las tasas innecesariamente altas: el 21% de la encuesta de la NABE calificó la política de la Fed como “demasiado restrictiva”, frente al 14% que expresó esa opinión en agosto. Aun así, el 70% dice que la Fed tiene “razón”.
A los encuestados les preocupa la posibilidad de un conflicto entre China y Taiwán, incluso si no es una guerra abierta: el 63% considera que tal resultado tiene al menos una “probabilidad moderada”. De la misma manera, el 97% ve al menos una posibilidad moderada de que el conflicto en el Medio Oriente eleve los precios del petróleo por encima de los 90 dólares por barril (desde alrededor de 77 dólares ahora) y perturbe el transporte global.
Otro 85% está preocupado por la inestabilidad política en Estados Unidos antes o después de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Los encuestados también están cada vez más preocupados por las finanzas del gobierno de Estados Unidos: el 57% dice que las políticas presupuestarias — que han creado una gran brecha entre lo que el gobierno gasta y lo que recauda en impuestos — deben ser más disciplinadas, frente al 54% en agosto.
Dicen que los objetivos más importantes de la política presupuestaria del gobierno deben ser promover el crecimiento a medio y largo plazo (citado por el 45% de los encuestados) y reducir el déficit y la deuda federales (42%). En tercer lugar, y citado por un 7%, está el objetivo de reducir la desigualdad de ingresos.
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