Tras experimentar intensas lluvias y clima frío durante las últimas tres semanas, Afganistán ha sufrido al menos 60 muertes y 23 heridos.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres del país informó el miércoles que 1,645 viviendas han sido parcial o completamente dañadas, y cerca de 200,000 cabezas de ganado también han fallecido.
Después de un invierno relativamente cálido, el país está experimentando fuertes nevadas y lluvias.
En febrero, una avalancha golpeó un pueblo de montaña en la provincia de Nuristán, matando al menos a 21 personas.
Además, el Paso de Salang que conecta las provincias del norte del país con la capital Kabul ha sido bloqueado debido a intensas nevadas durante varios días. Varias carreteras permanecen cerradas en otras provincias también.
Afganistán se encuentra tambaleándose por los efectos posteriores a décadas de conflictos y una catástrofe natural tras otra, incluidas inundaciones y terremotos, que han resultado en miles de muertes.
Inundaciones estacionales y avalanchas ocurren con frecuencia en todo el país, causando daños a hogares, tierras agrícolas e infraestructura pública.