Palestinos desesperados en Rafah temen un posible asalto israelí en Gaza

Un hombre palestino y niños observan los daños en el lugar de un ataque israelí a una casa, en medio del conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Rafah en el sur de la Franja de Gaza, el 8 de febrero de 2024.

Ibraheem Abu Mustafa | Reuters

El campamento de la familia Abu Mustafa está pegado a la alta valla de concreto y metal que separa Gaza de Egipto en Rafah, el último lugar relativamente seguro en una zona devastada por la ofensiva militar de Israel, pero que ahora también podría estar bajo ataque.

La familia está entre más de un millón de palestinos ahora hacinados en el área alrededor de Rafah y temiendo que no les quede a dónde huir dentro de una franja reducida en su mayoría a escombros y donde todavía combaten.

“Todos los días, estamos huyendo. Ser desplazados es difícil porque tengo dos hijas con discapacidades. No puedo llevarlas. No tengo carro ni carreta”, dijo Laila Abu Mustafa.

“Si hay más desplazamientos, no me voy a mover”, afirmó.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó un plan de evacuación para los civiles que se aglomeran en Rafah, acampando en calles y solares vacíos, en la playa y como la familia Abu Mustafa en la franja arenosa a lo largo de la frontera egipcia.

Las agencias de ayuda dicen que cualquier asalto a la ciudad será catastrófico en una guerra que ya ha causado una miseria incalculable.

La guerra comenzó el 7 de octubre cuando el grupo militante Hamas que controla Gaza asaltó la valla fronteriza con Israel, enviando combatientes que mataron a 1,200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes, según estimaciones israelíes.

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Cuatro meses después, Gaza está en ruinas. Bajo un bombardeo diario masivo, las fuerzas terrestres israelíes han ocupado la mayor parte del enclave, destruyendo casas, edificios públicos e infraestructura con ataques aéreos, fuego de artillería y detonaciones controladas.

Las autoridades sanitarias palestinas indican que más de 28,000 personas han muerto en la guerra, aproximadamente el 70% de ellas mujeres y niños. Más del 85% de los gazatíes están sin hogar. Una encuesta de la ONU encontró que casi uno de cada 10 niños menores de cinco años padece desnutrición aguda.

Las conversaciones para lograr un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes no han logrado acuerdo. La semana pasada, Israel rechazó una propuesta de Hamas, diciendo que no dejaría de luchar mientras el grupo retuviera brigadas que Israel afirma están escondidas en Rafah.

Fuentes de seguridad egipcias dijeron que estaban planeadas más conversaciones de alto nivel para el martes con altos funcionarios de Catar y Estados Unidos presentes, así como delegaciones israelíes y palestinas.

Los ataques aéreos israelíes han comenzado a apuntar a Rafah en los últimos días.

El domingo, Hamas dijo que los ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza en los días anteriores habían matado a dos rehenes y herido a otros ocho.

El grupo afirmó que cualquier asalto israelí a Rafah “haría explotar” las conversaciones para un acuerdo para liberar a los rehenes restantes.

Plan de evacuación para civiles

Hablando en una entrevista que saldrá al aire en la cadena estadounidense ABC el domingo, Netanyahu reiteró que las fuerzas israelíes asaltarán Rafah, pero dijo que estaban preparando “un plan detallado” para el lugar al que podrían ir los civiles allí.

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“Lo vamos a hacer. Vamos a atacar a las brigadas terroristas de Hamas restantes en Rafah”, dijo, agregando “Vamos a hacerlo mientras proporcionamos un paso seguro para la población civil”.

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia dijo: “Un ofensiva israelí a gran escala en Rafah crearía una situación humanitaria catastrófica de una nueva y desjustificable dimensión”.

Junto a la valla fronteriza, coronada con alambre de púas, la familia Abu Mustafa cuelga la ropa entre tiendas de campaña. Cocinan en latas vacías sobre un fuego en la arena lo poco de comida que pueden reunir.

El miedo a un asalto a Rafah es el tema constante de cada conversación en la ciudad abarrotada, dijo Mariam, una mujer que huyó de su casa en la Ciudad de Gaza al inicio de la guerra con sus tres hijos de 5, 7 y 9 años.

“No puedo describir cómo nos sentimos. Hay un gran revuelo en mi cabeza. Mis hijos me siguen preguntando cuándo Israel invadirá Rafah, adónde iremos y si moriremos. Y yo no tengo las respuestas”, dijo.