HONG KONG (AP) — La economía de China en el primer trimestre superó las expectativas y recibió un impulso de las políticas y un aumento en la demanda, informó el gobierno el martes.
La segunda economía más grande del mundo creció a un ritmo anual del 5,3% en enero-marzo, superando las previsiones de alrededor del 4,8% de los analistas, muestran los datos oficiales. En comparación con el trimestre anterior, el crecimiento aumentó un 1,6%.
La economía de China ha tenido dificultades para recuperarse de la pandemia de COVID-19, con una desaceleración en la demanda y una crisis inmobiliaria que impacta en su crecimiento.
Los datos económicos mejor de lo esperado llegaron días después de que China informara de una disminución en las cifras de importación y exportación de marzo, así como una desaceleración en la inflación después de meses de presiones deflacionarias.
La producción industrial del primer trimestre aumentó un 6,1% en comparación con el mismo período del año pasado, y las ventas al por menor crecieron a un ritmo anual del 4,7%. La inversión fija para el primer trimestre creció un 4,5% en comparación con el mismo período del año pasado.
El crecimiento económico del primer trimestre fue respaldado por un “amplio rendimiento superior en la manufactura”, un aumento del gasto festivo de los hogares debido a las vacaciones del Año Nuevo Lunar, así como políticas que ayudan a impulsar las inversiones, según la economista china Louise Loo de Oxford Economics.
“Sin embargo, los indicadores de actividad de marzo ‘independientes’ sugieren que está apareciendo debilidad después del Año Nuevo Lunar,” dijo. “Las condiciones de la demanda externa también siguen siendo impredecibles, como se observa en el bajo rendimiento de las exportaciones en marzo.”
Loo señaló que factores como la disminución de inventarios excesivos, la normalización del gasto de los hogares después de las vacaciones, así como un estímulo cauteloso, afectarían al crecimiento en el segundo trimestre.
Los encargados de formular políticas han anunciado una serie de medidas fiscales y monetarias mientras Beijing busca impulsar la economía. China ha fijado un ambicioso objetivo de crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 5% para 2024.