En la manifestación documentada con la “Look Down action”, los activistas se pronunciaron en contra de la minería marina, cerca del Parlamento Europeo en Bruselas el 6 de marzo de 2023.
Kenzo Tribouillard | Afp | Getty Images
El jefe de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, organismo de la ONU que supervisa la minería en aguas profundas, indicó que la extracción de minerales valiosos del fondo marino puede convertirse en una realidad en cualquier momento.
El secretario general de la ISA, Michael Lodge, le comentó a CNBC que el interés global en la minería en aguas profundas ha alcanzado niveles no vistos desde la década de 1970, con varios promotores entusiasmados por el potencial del sector en la transición energética.
“Uno de los principales impulsores del interés industrial es la capacidad de producir mayores cantidades de minerales a un costo igual o inferior al que se puede producir en tierra”, dijo Lodge a CNBC a través de una videoconferencia.
“Ese es el impulso comercial y ciertamente hay un enorme potencial de recursos de minerales en el lecho marino. La cuestión es si estos pueden producirse económicamente”, agregó.
“Pero el potencial de recursos está absolutamente ahí. Es evidente. La tecnología está avanzada, entonces parece posible. Al mismo tiempo, es evidente también que la demanda de minerales está aumentando exponencialmente y solo seguirá aumentando”.
Sus comentarios llegan cuando la ISA se alista para reanudar las conversaciones sobre la minería en aguas profundas en Kingston, Jamaica, el próximo mes. La próxima sesión de la organización, buscará definir un marco regulatorio que, de ser aprobado, permitiría la minería en aguas profundas a una escala comercial.
Establecida hace 30 años, la ISA regula la minería y actividades relacionadas en un área que cubre alrededor del 54% de los océanos del mundo. El grupo está compuesto por 168 Estados miembros y la Unión Europea. Los EE. UU. no son miembros de la ISA.
Aún no se ha realizado, por lo que es muy difícil afirmar de manera concluyente que sería tan destructiva como afirman algunas personas”, comentó Lodge, secretario general de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
La práctica polémica de la minería en aguas profundas implica el uso de maquinaria pesada para extraer minerales y metales, como el cobalto, níquel, cobre y manganeso, que se encuentran en nódulos del tamaño de una patata en el lecho marino. La utilización final de estos minerales es amplia e incluye baterías para vehículos eléctricos, turbinas eólicas y paneles solares.
Los científicos han advertido que es difícil predecir los impactos ambientales completos de la minería en aguas profundas. Al mismo tiempo, los grupos ambientalistas afirman que la práctica no puede realizarse de manera sostenible e inevitablemente conducirá a la destrucción del ecosistema y la extinción de especies.
Ecosistemas marinos
En particular, el parlamento de Noruega votó recientemente a favor de aprobar una propuesta del gobierno para abrir una vasta área oceánica a la minería en aguas profundas a escala comercial. La decisión marcó la intención del país nórdico de comenzar actividades de minería en aguas profundas en sus aguas nacionales cerca del archipiélago de Svalbard.
Sin embargo, el gobierno de Noruega no tiene la intención de comenzar de inmediato con la extracción de minerales. Por el contrario, las compañías mineras deberán presentar propuestas para licencias que serán votadas caso por caso en el parlamento.
Cuando se le preguntó si era ahora probable que los países comenzaran la minería en aguas profundas, Lodge de la ISA respondió: “Claramente ahora, estamos alcanzando un nivel muy alto de interés, por lo que diría que sí, parece inevitable”.
“Ya sea que tenga lugar en aguas internacionales o en aguas nacionales, ya sea Noruega u otro país, es imposible decirlo”, agregó. “Depende en parte de los términos y condiciones, supongo”.
Activistas ambientales piden una moratoria internacional contra la minería en aguas profundas.
Sopa Images | Lightrocket | Getty Images
El Consejo de la ISA, un cuerpo compuesto por 36 países miembros, ha afirmado anteriormente que tiene la intención de continuar su trabajo sobre la regulación de la minería en aguas profundas, con miras a finalizar las medidas para julio de 2025.
Hasta la fecha, 24 países en todo el mundo han pedido una moratoria o pausa en la industria, mientras que empresas multinacionales como Google, Samsung y Volvo se han comprometido a no obtener minerales del lecho marino.
Los ecosistemas marinos no son bien comprendidos. Los activistas temen que las actividades de exploración y explotación en aguas profundas podrían alterar permanentemente un hogar que es único para especies conocidas y muchas aún desconocidas.
“Todavía no se ha hecho, por lo que es muy difícil decir de manera concluyente que sería tan destructiva como afirman algunas personas”, señaló Lodge de la ISA.
“Es un proceso muy deliberado y lento. La exploración ha durado más de 30 años, por lo que se ha recopilado una gran cantidad de información y datos. La tecnología todavía se está desarrollando, los resultados más recientes de las pruebas tecnológicas han sido extremadamente alentadores en términos de ser realmente de bajo impacto en comparación con otras formas de minería”.
‘Situación desesperada’
El creciente apetito mundial por minerales de transición energética no muestra signos de disminuir.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía ha advertido que el suministro actual es insuficiente para transformar el sector energético, debido a una concentración geográfica relativamente alta en la producción de muchos elementos de transición energética.
El ministro de Energía de Noruega, Terje Aasland, le dijo a CNBC el mes pasado que la decisión del gobierno de avanzar con la minería en aguas profundas marcó el paso necesario hacia lo desconocido que podría ayudar a romper la supremacía de China y Rusia en las tierras raras.
“Estamos en una situación bastante desesperada”, dijo Lodge, citando la expectativa de la AIE de que la demanda de minerales críticos aumentará rápidamente en los próximos años.
“Estamos lejos de alcanzar esos objetivos en este momento con las reservas actuales en tierra. Incluso con la producción rápidamente creciente que está teniendo lugar en países como Indonesia, estamos lejos de alcanzar esas cantidades”, agregó. “Y los tiempos de concesión, por ejemplo, en América del Norte para una nueva mina, son de más de una década, por lo que es muy difícil”.