El jugador de béisbol Shohei Ohtani niega apuestas ilegales en sus primeros comentarios sobre el escándalo.

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La estrella del béisbol Shohei Ohtani dijo que su ex intérprete robó dinero de su cuenta para pagar a un corredor de apuestas ilegal y negó haber participado personalmente en apuestas deportivas, en su primera aparición pública tras un escándalo que estalló la semana pasada.

“Nunca he apostado en béisbol u otros deportes. Nunca he pedido a nadie que lo haga en mi nombre. Nunca he recurrido a un corredor de apuestas para apostar en deportes”, dijo Ohtani, cuyo contrato de 10 años y $700 millones con los Dodgers de Los Ángeles lo convierte en uno de los atletas mejor pagados en el mundo del deporte profesional, el lunes.

Refiriéndose a su ex intérprete, Ippei Mizuhara, dijo: “Ippei ha estado robando dinero de mi cuenta y ha dicho mentiras”.

Ohtani hizo sus comentarios preparados a unos 80 periodistas de Estados Unidos, Japón y América Latina que se habían reunido en el camerino de los Dodgers. No respondió preguntas.

La semana pasada, ESPN y Los Angeles Times informaron que Mizuhara presuntamente había hecho apuestas con un corredor de apuestas ilegal. Según ESPN, hubo al menos $4.5 millones en transferencias bancarias desde una cuenta de Ohtani a una operación de apuestas en California.

Cuando inicialmente se le preguntó al respecto por ESPN, un portavoz de Ohtani dijo que dio el dinero para cubrir deudas de juego incurridas por Mizuhara. Más tarde, el portavoz renegó de esa respuesta y proporcionó un comunicado en nombre de un bufete de abogados que representa a Ohtani diciendo que había sido “víctima de un gran robo”.

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El escándalo ha ensombrecido el comienzo de la temporada 2024 de las Grandes Ligas de Béisbol, que abrió la semana pasada con los Dodgers jugando contra los Padres de San Diego en Seúl, Corea del Sur, como parte de un impulso para expandir la popularidad de la liga en Asia con la ayuda de su estrella más brillante, Ohtani, un nativo de Japón.

También es un golpe impactante para Ohtani, quien en diciembre firmó el contrato más grande en el deporte profesional moderno. Un superastro del lanzamiento y el bateo, Ohtani ha sido comparado con Babe Ruth y se ha convertido en uno de los atletas más comercializables en el béisbol.

El lunes, Ohtani dijo que Mizuhara había hablado con los medios en su nombre sin informarle que lo estaba haciendo. Ohtani dijo que solo se enteró de la adicción al juego de Mizuhara cuando el intérprete informó al resto de los Dodgers que un artículo al respecto estaba por salir.

“Hasta esa reunión de equipo, no sabía que Ippei tenía una adicción al juego y estaba endeudado”, dijo Ohtani.

“Nunca acordé pagar su deuda o hacer pagos a un corredor de apuestas”, dijo. Ohtani dijo que luego se puso en contacto con sus propios representantes, sus abogados y los Dodgers. El Jugador Más Valioso de la Liga Americana en dos ocasiones no negó que parte del dinero de su cuenta se utilizó para pagar las deudas, pero dijo que “nunca apostó en deportes” y “nunca envió deliberadamente dinero al corredor de apuestas”.

Un portavoz del bufete de abogados que representa a Ohtani reiteró el lunes que “en el curso de responder a las recientes consultas de los medios de comunicación, descubrimos que Shohei ha sido víctima de un gran robo y estamos entregando el asunto a las autoridades”.

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Las apuestas siguen siendo ilegales en el estado de California, incluso cuando 38 estados de EE. UU. y el Distrito de Columbia han legalizado las apuestas deportivas después de que se levantara una prohibición federal sobre la práctica en 2018.

Mizuhara no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.

MLB dijo el viernes que estaba investigando formalmente las acusaciones. Según las reglas de la liga, ningún personal de béisbol —jugadores, árbitros, funcionarios del club o de la liga— pueden realizar apuestas con corredores de apuestas ilegales. Aquellos que lo hagan están sujetos a sanciones a discreción del comisionado. Además, al personal de béisbol se le prohíbe apostar en juegos de béisbol, incluso en estados donde es legal, con sanciones que van desde suspensiones hasta prohibiciones de por vida.