Cuando el estilo de vida idílico choca con las necesidades locales

Los nómadas digitales, la nueva generación de trabajadores remotos que llevan consigo sus laptops, se encuentran en medio de un debate en la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo sobre si son buenos o no para los residentes permanentes.

Los partidarios ven la llegada de esta población internacional como una bendición financiera y algo que debe ser fomentado, pero sus detractores no son tan amables.

Para Az’emahle Dyubeni, una creadora de contenido de medios sociales sudafricana de 25 años, la ciudad se enfrenta a una “epidemia de nómadas digitales” que está elevando el costo de la vivienda y otros gastos.

Ms Dyubeni ha vivido en la hermosa ciudad costera toda su vida y dice que desde el Covid-19 el número de trabajadores remotos, en su mayoría del occidente, ha aumentado sustancialmente. Aunque no existen cifras oficiales, no está sola al notar un cambio.

“Cuando entro a un café, escucho acentos alemanes, franceses, holandeses y estadounidenses”, le dice a la BBC, pintando una imagen vívida del sabor internacional de la nueva fuerza laboral de Ciudad del Cabo.

Si todo lo que se necesita es una buena conexión a internet, ¿por qué no instalarse en una de las ciudades más pintorescas del mundo?

Con la Montaña de la Mesa de fondo, vistas al océano y un clima perfecto en verano, la atracción es obvia en comparación con una mundana oficina de cubículos gris.

En un video de TikTok, Marley Rose Harris, que se describe a sí misma como emprendedora digital, llama a la ciudad “el lugar más mágico del mundo”.

Actualmente, muchos de estos visitantes, que realizan tareas como redacción publicitaria o creación de contenido digital, tienen permitido vivir en el país y trabajar para una empresa extranjera durante un máximo de 90 días, aunque el tiempo varía dependiendo de su nacionalidad.

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“Ciudad del Cabo es un destino ideal para los nómadas digitales que buscan combinar aspectos de turismo y trabajo en sus actividades diarias”, dice el concejal James Vos, quien forma parte del comité de crecimiento económico de la ciudad.

Añade que la investigación muestra que estos visitantes que trabajan aportan una gran cantidad de dinero muy necesario durante su estancia, alrededor de $2,700 (£2,139) cada uno.