Un caballero medieval regresa a un castillo suizo después de una batalla victoriosa. Con un grito de júbilo, tira sus codiciados guanteletes en la herrería. Mientras se apresura a una fiesta de celebración, quedan fuera de la vista en un rincón oscuro. Poco después, se desata un incendio, la tienda es destruida y los guanteletes se pierden durante más de 600 años.
Está bien, tal vez no sucedió así. Pero tal vez sí. Cuando se redescubre una pieza de armadura asombrosamente bien conservada de hace tanto tiempo, es difícil no especular un poco románticamente sobre sus orígenes.
El trabajo de demolición cerca del castillo de Kyburg, al noreste de Zurich, amenazaba un sitio que se sabía que era la ubicación de un pueblo medieval. Por lo tanto, se realizó una excavación de rescate en el invierno de 2021 y principios de 2022. “Sabíamos que todos los restos arqueológicos en el suelo serían destruidos durante estos trabajos de construcción”, dijo Lorena Burkhardt, la líder de la excavación.
Los excavadores descubrieron un sótano de tejido que se había incendiado en el siglo XIV. Gran parte de lo que se encontró era prosaico: un martillo, alicates, pinzas, llaves. Pero fue suficiente para indicar que también se había realizado trabajo de herrería en la zona.
Y luego llegó el gran hallazgo. Un guantelete de hierro derecho casi completo del siglo XIV, así como algunas piezas de un guante izquierdo. Según la Arqueología Cantonal de Zurich, el cuerpo de expertos empleado por el gobierno local, que anunció el hallazgo este mes, casi todos los otros guanteletes encontrados a lo largo de los años son de un período posterior. Y aunque se han encontrado algunos del siglo XIV en Suiza, “ninguna de estas piezas está tan bien conservada ni muestra tantos detalles de diseño y decoración como el guantelete de Kyburg”, dijo el grupo.
El guantelete probablemente habría sido usado por un soldado medieval o un caballero, pero hasta ahora no está claro quién lo usó y con qué propósito.
“Conocemos lápidas de caballeros del siglo XIV que llevaban guanteletes similares”, dijo la Sra. Burkhardt. “Sin embargo, en última instancia, no podemos decir si los guanteletes fueron hechos realmente para un caballero o para otra persona que necesitaba equiparse para la guerra”.
Pero hay pistas que apuntan al alto estatus del usuario. “Lo que sí está claro es que los guantes se hicieron con un estándar elevado y la compra de estas piezas de armadura era correspondientemente cara”, dijo la Sra. Burkhardt. “Por lo tanto, es probable que los guantes estuvieran destinados a una persona noble u otra persona de alto rango”.
Los dedos del guantelete se doblan en cuatro lugares para permitir el movimiento; las placas de hierro individuales se superponen y se conectan con remaches. El material dentro del guante habría sido cuero o tela.
“También es notable lo bien conservada que está la pieza”, dijo la Sra. Burkhardt. “Aparte de una rotura, todos los componentes de hierro de la mano derecha están completamente conservados”.
“El hecho de que encontráramos las placas del guantelete junto con otros objetos indica que la pieza de armadura se fabricó en la herrería”, dijo la Sra. Burkhardt. “También es posible que estuviera en el taller para reparaciones, aunque aún no hemos podido detectar ningún daño evidente ni rastro de reparación”.
El guantelete se exhibirá en el castillo de Kyburg durante tres semanas en septiembre. “Estamos solo en el comienzo de la investigación del objeto”, dijo la Sra. Burkhardt.
Incluso cuando se hace un hallazgo excepcional, no se responde a todas las preguntas históricas. Suposiciones y a veces leyendas se utilizan para llenar los vacíos.
El caballero suizo más famoso de la época fue Heinrich von Winkelried. Aunque los registros muestran que existió un caballero con ese nombre, la historia de que mató a un dragón en solitario con una lanza, por supuesto, no es cierta. Y seguramente el guantelete recientemente encontrado no le perteneció a él.
¿Verdad?