“`
En el oscuro hospital Al-Shifa el jueves por la noche, no estaba claro hacia dónde conducía el pozo ni a qué profundidad llegaba, aunque el ejército dijo que había enviado un dron al menos varios metros. En el interior se veía cableado eléctrico, junto con una escalera de metal.
El coronel Tsury reconoció la presión sobre Israel para que mostrara pruebas de la actividad de Hamás en el hospital, pero dijo que podrían pasar días antes de que las tropas descendieran al pozo. Añadió que los soldados estaban registrando metódicamente el complejo y habían descubierto armas, explosivos y computadoras.
Otro oficial militar dijo que las tropas israelíes habían capturado e interrogado a un agente de Hamás en el hospital, pero no ofreció más detalles.
Israel cuenta con el respaldo de la administración Biden en su afirmación de que Hamás está operando bajo el complejo de Al-Shifa. Altos funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que seguían confiando en que Hamás y los militantes palestinos han estado utilizando hospitales como centros de mando y depósitos de municiones, basándose en comunicaciones interceptadas entre combatientes que operan en el territorio.
Al mismo tiempo, la administración Biden ha advertido a Israel que no realice ataques aéreos contra los hospitales de Gaza, donde miles de palestinos siguen refugiándose.
En medio de la presión de los aliados europeos y una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide una mayor ayuda a los civiles en Gaza, Israel acordó el viernes permitir que dos camiones cisterna con combustible ingresen diariamente a la Franja de Gaza. El combustible se utilizará para hacer funcionar plantas desalinizadoras y de tratamiento de aguas residuales, dijeron funcionarios israelíes.
La decisión siguió a una solicitud de la administración Biden y fue descrita por el asesor de seguridad nacional de Israel, Tzachi Hanegbi, como una forma de prevenir la propagación de enfermedades entre civiles y soldados israelíes.
“Queremos prevenir la propagación de epidemias”, afirmó Hanegbi. “No necesitamos epidemias que perjudiquen a los civiles y a nuestros soldados que están allí. Si hay enfermedades, los combates cesarán. No podremos continuar dada la crisis humanitaria y la protesta internacional”.
Hasta el viernes, las autoridades israelíes casi no habían permitido la entrada de combustible adicional a Gaza desde los ataques del 7 de octubre.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas advirtió el jueves que toda la población de Gaza (2,2 millones, la mitad de ellos niños) necesitaba asistencia alimentaria y corría riesgo de morir de hambre debido al colapso de la cadena de suministro de alimentos y a una entrega insuficiente de ayuda.
“Ya estamos empezando a ver casos de deshidratación y desnutrición, que están aumentando rápidamente”, dijo Abeer Etefa, portavoz del programa, a los periodistas en la ONU. “La gente se enfrenta a la posibilidad inmediata de morir de hambre”.
“`