Cinco cosas a tener en cuenta sobre inmigración y seguridad fronteriza en 2025.

La inmigración y la seguridad fronteriza fueron temas candentes en 2024 mientras la administración de Biden seguía enfrentando la crisis migratoria histórica en la frontera sur, el crimen migrante acaparaba titulares en todo el país y ambos temas eran prioridades principales para los votantes antes de las elecciones de noviembre.

En 2025, es probable que esos temas sigan siendo cuestiones clave. Aquí tienes cinco cosas a tener en cuenta en 2025:

“OFERTAS DE UN ESTADO FRONTERIZO A TRUMP DE UNA GRAN EXTENSIÓN DE TIERRA PARA AYUDAR A LA OPERACIÓN MASIVA DE DEPORTACIÓN”

¿Cumplirá Trump?
El presidente electo Trump ha prometido lanzar un programa histórico de deportación masiva el próximo año. Ha expresado la disposición de declarar una emergencia nacional y utilizar activos militares para lograrlo. Su equipo ya ha comenzado a estudiar cómo ampliar la detención cerca de las zonas metropolitanas principales.

Su zar fronterizo, Thomas Homan, ha prometido que las amenazas a la seguridad nacional y pública serán la prioridad, pero ningún inmigrante ilegal está fuera de la mesa. La administración Trump aumentó significativamente las deportaciones hasta 2019 antes de que COVID-19 llegara a EE. UU., por lo que se espera que se mueva en esa dirección nuevamente.

Trump puede necesitar movilizar al Congreso para obtener recursos adicionales, una tarea facilitada por el control republicano de la Cámara y el Senado, y deberá superar posibles demandas legales presentadas contra las políticas que introduzca.

A nivel del Congreso, se espera una presión por un proyecto de ley amplio como el H.R.2, el proyecto de ley fronterizo republicano aprobado en 2023 que limitaría significativamente el asilo mientras proporciona recursos adicionales en la frontera.

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¿Resistirán los demócratas?
Funcionarios de varios estados demócratas ya han adelantado su resistencia al impulso de deportación por parte de la administración Trump. El alcalde de Denver, Mike Johnston, dijo recientemente que estaba dispuesto a ir a la cárcel por oponerse al plan de deportación de Trump.

Mientras tanto, gobernadores de Massachusetts, Illinois y Arizona han dicho que no cooperarán con las deportaciones.

Los funcionarios de Trump dicen que no necesitan su ayuda, solo que se aparten mientras las autoridades federales hacen su trabajo. Pero será interesante ver si los funcionarios demócratas simplemente no ayudan a la administración o si eso se convierte en una resistencia activa.