Irán llevó a cabo la ejecución de 853 personas en 2023, la cifra más alta registrada desde 2015, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.
El aumento en las ejecuciones se da en medio de lo que Amnistía llama la “guerra contra las drogas” de Irán. En 2023, más de la mitad – 481 – de las ejecuciones totales fueron por delitos relacionados con drogas.
El despliegue masivo de la pena de muerte se produce después de la elección del presidente iraní Ebrahim Raisi en 2021, cuando Gholamhossein Eje’i también fue nombrado jefe del poder judicial. Amnistía señala que el “cambio letal” en su política antidrogas es un factor clave en el aumento de las sentencias de muerte.
En 2023, las ejecuciones totales aumentaron un 48 por ciento desde 2022 y un 172 por ciento desde 2021.
Los delitos relacionados con drogas, que representaron el 56 por ciento de las ejecuciones totales en 2023, vieron un aumento muy agudo. En 2023, las ejecuciones relacionadas con drogas aumentaron un 89 por ciento desde 2022 y un 264 por ciento desde 2021.
“La pena de muerte es aborrecible en todas las circunstancias, pero aplicarla a gran escala por delitos relacionados con drogas después de juicios sumamente injustos ante Tribunales Revolucionarios es un abuso grotesco de poder”, dijo Diana Eltahawy, directora regional adjunta de Amnistía para Oriente Medio y África del Norte.
“Las políticas mortales antidrogas de la República Islámica están contribuyendo a un ciclo de pobreza e injusticia sistémica, y están profundizando la discriminación contra comunidades marginadas, en particular la minoría baluchi oprimida de Irán”, continuó Eltahawy.
El informe señala que aunque la minoría baluchi representa solo el 5 por ciento de la población de Irán, representaron el 29 por ciento de las ejecuciones relacionadas con drogas, lo que según Amnistía demuestra “el efecto discriminatorio de la estrategia antidrogas de las autoridades en las comunidades más marginadas y empobrecidas”.
El informe también señala que el uso de la pena de muerte ha sido una consecuencia de los esfuerzos del gobierno para reprimir protestas. En particular, Amnistía menciona la revuelta “Vida Mujer Libertad” de septiembre a diciembre de 2022, que fue un lema que representaba los esfuerzos de las mujeres por la igualdad de derechos en Irán. Esa amenaza, sin embargo, ha llevado al gobierno iraní a tomar medidas para asustar a la gente al silencio.
Amnistía, en su informe, hizo un llamado a la comunidad internacional para prestar mayor atención a este despliegue masivo de la pena de muerte.
“Sin una acción urgente de la comunidad internacional, las ejecuciones relacionadas con drogas seguirán aumentando, en medio de los esfuerzos continuos de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo para promulgar una nueva ley antidrogas letal que, de ser adoptada, expandiría la gama de cargos por drogas que conllevan la pena de muerte”, lee el informe.
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