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Se prevé que el tope de los precios de energía para los hogares británicos caiga un 15 por ciento a partir de abril, alcanzando su nivel más bajo en dos años, lo que impulsará los esfuerzos para controlar la inflación.
Los analistas de Cornwall Insight indicaron el viernes que esperan que el regulador Ofgem reduzca el tope, que rige la cantidad que un hogar típico paga por gas y electricidad, a £1,635 por año en el segundo trimestre, frente a £1,928 en los primeros tres meses del año.
La fuerte reducción, debido a una gran caída en los precios mayoristas de gas y electricidad desde noviembre, llevaría el tope de precios a su nivel más bajo desde marzo de 2022, cuando se ubicó en £1,216.
El aumento de los precios de la energía, vinculado a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022, ha sido un gran contribuyente a un período sostenido de alta inflación.
El tope de precios alcanzó un pico de £4,059 en el primer trimestre del año pasado. Desde entonces, la inflación ha retrocedido bruscamente, rondando el 4 por ciento en enero, con la caída de los precios de la energía contribuyendo a la retirada.
El Banco de Inglaterra espera que los descensos continúen, con sus últimas previsiones apuntando a que la inflación alcanzará su objetivo del 2 por ciento en el segundo trimestre de este año, antes de un ligero rebote.
Algunos analistas prevén declives más pronunciados, con el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social pronosticando que la inflación alcanzará solo el 1,5 por ciento en abril.
Ofgem confirmará oficialmente el tope de precios de energía para el segundo trimestre el viernes, pero es demasiado tarde para que las fluctuaciones en los mercados mayoristas afecten el cálculo del regulador, lo que significa que los cálculos de Cornwall Insights deberían estar cerca de la marca.
El tope de precios de abril sigue siendo más de £400 más alto que los niveles típicos antes de la crisis energética, sin embargo, y muchos hogares tienen dificultades para pagar sus facturas después de que el gobierno eliminó el apoyo universal.
Jess Ralston, analista de la Unidad de Inteligencia Energética y Climática, dijo que la caída de las facturas sería un “alivio para muchos hogares con dificultades”, pero advirtió que el país “quizás no esté fuera del peligro” ya que todavía depende en gran medida del gas natural y, por lo tanto, es vulnerable a futuros shocks de precios.
La caída prevista en el nivel del tope de precios refleja precios mayoristas más bajos, con los precios del gas de referencia del Reino Unido cayendo un 40 por ciento desde finales de noviembre, a pesar de las tensiones en el Mar Rojo que han interrumpido los envíos de gas natural licuado a Europa.
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El Dr. Craig Lowrey, consultor principal de Cornwall Insight, dijo: “Un suministro de gas bastante saludable al otro lado del Atlántico, junto con altos niveles de almacenamiento en Europa, están ayudando a mantener las facturas bajas.
“Pero no debemos confiarnos demasiado. Nuestro sistema energético aún camina por una cuerda floja, y no podemos estar seguros de que otra crisis política o económica no enviará las facturas directamente hacia arriba”.
Cornwall Insight estima que el tope caerá aún más a £1,465 a partir de julio antes de subir a £1,524 en octubre.
El tope de precios, introducido en 2019 para proteger a los consumidores, establece un límite en la tarifa unitaria de electricidad y gas.
Con información adicional de Shotaro Tani